sábado, 26 de marzo de 2011

Soñar es gratis, pero hay que tener cuidado...


El motivo por el que he escogido este título para el tema de hoy lo veréis bastante claro conforme vaya desgranando lo que tengo en la cabeza.

Lo primero de todo, es sábado, fin de semana, otra vez… No me malinterpretéis, es solamente que estoy muy sorprendido tanto porque las semanas pasan cada vez más rápido como porque esta semana ha estado llena de acontecimientos, algunos de los cuales han sido beneficiosos y otros solamente divertidos… Y bueno, los no divertidos también andan por ahí, pero para qué detenerse en ellos.

Entrando ya en el tema… Hace algo más de una semana iba camino del comedor con un compañero de Torre2 cuando se me fue la cabeza y hablando de una serie llama “The OC” le dije que qué interesante sería vivir en un mundo de ficción, en el que nuestra vida estuviera predeterminada por un guión, siempre y cuando esa vida que nos tuvieran preparada fuese interesante y nos saltásemos momentos aburridos del día como pueden ser las clases.

 Imaginaos un día en una serie: os levantáis por la mañana, sin sueño, aparecéis en el desayuno de familia ya duchados, os tomáis algo, salís de la cocina, siguiente toma en el colegio, veis a la persona que os gusta pero a la cual no conocéis, ella también mira, todo bien. Siguiente momento o bien entre clases o en la comida. De ahí pasamos a salir del colegio y volver a ver a la persona que os gusta, la cual se acerca o sin querer os chocáis con ella y os miráis… qué bonito, ¿no? Llegar a casa, saludar, decir que tienes algo que hacer, irte, aparecer en el cuarto de vuestro hermano hablando de la chica en cuestión, después jugando a la Play u otras consolas y al rato a cenar como si nada. Luego otra vez charla con el hermano y de ahí despertáis la mañana siguiente… Decidme… ¿Quién no quisiera vivir una vida así? Además hay que añadir que al día siguiente todo lo bueno va mejorando, hablas más con la persona X, juegas más a videojuegos, pasas menos momentos aburridos… 

Es ficción, lo sé, y como tal no tiene nada de real y si tratas de comparar millones de vidas con las que salen en esa serie probablemente ninguna coincida con lo que pretenden enseñarnos en la serie pero… Qué fácil parece todo para ellos. Es uno de los peligros de aficionarse demasiado a las series de televisión, que si lo haces puedes querer vivir en su mundo, su realidad, y buscas en ocasiones que las cosas que haces en la realidad se parezcan a las que hacen en las series. También procuras juntarte con gente con la que los personajes de tu serie preferida se juntan, para parecerte más a ellos, ser más guay… Todo ese tipo de tonterías.

Las series de televisión de la talla de “The OC”, “One Tree Hill”, “ Gossip Girl” u otras parecidas, lo único que hacen es que no vivamos como somos, sino como quisiéramos ser, lo que hace que perdamos potencial y que perdamos mucha objetividad. 

Pero qué decir si las series que nos gustaran fuesen españolas… Guiones malos, peores personajes, el tema del sexo por cualquier esquina, el fracaso escolar como cosa muy normal, enfrentarse al profesorado, pasar de los padres, ir a nuestra bola, hacer las cosas mal, homosexualidad como si fuera lo más normal y natural del mundo (no pretendo faltar al respeto a nadie, pero así es la vida)… Eso sí que es un peligro, no solamente para la persona, sino para la sociedad en general, que se basa mucho en lo que se ve en la caja tonta y tendemos a creer que esos mundos ficticios son los que deberíamos vivir, porque “esta guay poder echar un polvo, sacar malas notas y pasar de los padres sin consecuencias y tener más sexo”… 

Así es, suena catastrófico pero… A eso está tendiendo la juventud actual, a creerse personajes de series adolescentes y que pueden hacer todo lo que les venga en gana sin consecuencias. Pero están equivocados. Lo único que produce es una sociedad dividida, una sociedad que tiende a peor, y todo esto teniendo en cuenta que quienes hacen las series de televisión saben perfectamente que la gente quiere parecerse a tal o triunfar como cual. Y los peligros son mucho mayores cuando hay gente que no tiene autoestima y se obsesiona con llegar a ser como quién sabe qué personaje, y acaba teniendo un trastorno grave… Porque eso existe, y me parece una de las consecuencias más razonables de crear mundos irreales en los que parece que todo se puede conseguir, que todo pasa, que nuestros sueños más imposibles pueden llegar a pasar, y repito, sin repercusiones.

Termino ya, pero no sin antes advertir a quien lea esto de que tiene que saber que la verdad no es lo que la televisión nos enseña, que las series son series, que los personajes están actuando y no viven esa especie de realidad que nosotros queremos creernos. Si pretendes ser uno de esos que quiera parecerse al personaje de una serie determinada… Allá tú, pero ten cuidado de no sobrepasar los límites mentales que existen entre realidad y ficción porque… se te puede ir la olla, así de claro.

Me despido ya, espero haberos hecho reflexionar sobre vosotros mismos, o que queráis ayudar a alguien que veis que está demasiado enganchada a lo que os he contado. 

Buenas tardes, besos, saludos y abrazos.

                                                              Juan Lasheras Cuenca


P.D.: la mejor serie que podéis seguir es la de vuestra propia vida, y el mejor guión que podéis leer es el que vosotros vayáis escribiendo a partir de lo que queréis ser y hacer. Vosotros mismos sois capaces de vivir la vida más alucinante, siempre y cuando os lo propongáis y tengáis ganas de superaros diariamente. No podéis esperar a que ciertas cosas pasen, por lo que, al contrario que en las series, tenéis que lanzaros y hacer lo que os parezca mejor. No seáis estúpidos, las series de televisión dejan mucho que desear.

lunes, 21 de marzo de 2011

Soledad, divino tesoro

                                                      … “Soledad, divino tesoro”…

No recuerdo bien quién dijo esta frase sin predicado verbal, ni quiero saberlo pero… ¡qué cierta es! De verdad… La soledad es tan bella, tan… vacía en sí misma. No quiero parecer un loco o un fumado de estos que miran al cielo y exclaman como bobos “que infinito es el cielo, me siento insignificante, como una hormiga tiiiiio…”

No pretendo asustar a nadie con el tema de hoy, dedicado a esa maravilla llamada soledad, solamente quiero agradecerle que en los momentos más importantes ella esté allí, como la mejor de las amigas, como el mejor de los amigos: va por ti, Soledad.

Ella, así nos referiremos al citar a la ausencia de prácticamente todo a partir de ahora, aparece en varios momentos, y bien es cierto que puede llegar en buenos o en malos momentos. 

Cuando no llega en un momento oportuno tendemos a evitarla, a pasar de ella, a fingir que no está allí, de pie, mirándote con cara de tristeza esperando a que te des la vuelta y te lances sin remedio a sus brazos. En nuestra cabeza creamos las más variadas mentiras, excusas, tonterías, y pretendemos autoconvencernos de que ella no tiene que estar hoy ahí, que tiene que irse, por las buenas o por las malas. Por otro lado, cuando es bien recibida, su presencia se agradece tanto que la ausencia de felicidad se torna en felicidad, las carencias se vuelven virtudes y en esos momentos somos todo lo que no podemos ser cuando estamos cara al público. 

Suena extraño, pero el caso es que es cierto, porque sino decidme… ¿Cuántos de vosotros no habéis dado lo mejor de vosotros mismos cuando estáis solos? Mirándoos al espejo y repitiéndonos a nosotros mismos un discurso; frente a un papel en blanco y un boli antes de escribir algo importante; frente a un libro de quién sabe qué asignatura, con el iPod u otro reproductor de música… No lo neguéis, todos lo hemos hecho. Cuando estamos solos y ella nos atrapa entre sus brazos… Si siempre hemos fingido indecentemente que todo va bien, en esos momentos nuestras miserias resurgen para remover nuestra conciencia e intentar salvar el alma. Si por el contrario sufrimos ante los demás pero procuramos esconderlo para no herir a nadie e intentar agradar, cuando ella se sienta a nuestro lado nos arranca la mayor de las sonrisas, nos habla en silencio, nos empuja a saltar al vacío y exteriorizar lo que nunca creemos posible hacer… Y todo fluye perfectamente. Es… la mejor de las sensaciones. Estar solo, y ser lo que nunca podemos ser. Cantar, bailar, sentir, desear, pensar, sonreír… Son solamente algunas de las cosas que tendemos a querer hacer cuando nadie ve, cuando nadie oye, cuando no hay nadie alrededor. 

Pensadlo bien, en esos momentos… ¿Quién está pensando en que “ojalá me estuvieran viendo”? Yo por lo menos no. Yo disfruto de esos momentos que comparto conmigo mismo, siendo yo en estado puro, haciendo todo lo que por vergüenza no puedo hacer. Tampoco os vayáis a imaginar que hago auténticas locuras, no me contengo tanto como para luego hacer cosas de las que no estaría orgulloso, pero sí es cierto que la manera en que te sueltas, practicas, pruebas a hacer esas cosas que no intentarías en público te motivan, te dan alas, piensas… ¿por qué no?

Inspira… Sí, y mucho. Como escritor amateur que soy he de reconocer que ella me ha ayudado desde la más absoluta oscuridad a sacar temas difíciles adelante, ha sido la musa que ha inspirado mis palabras, mis frases, y ha estado ahí siempre que yo hacía cualquier cosa. Por detrás me golpeaba cuando no plasmaba una idea bien, y su silencio… Como bien dice el dicho “el que calla otorga”, y ella también lo hace. Susurra a mi oído las más diversas palabras, un vocabulario que resulta elegante o pedante, depende de los ojos que lean, pero que otorga una belleza espectacular a mis textos. Que quede claro, no soy yo quien escribe bien, sino que solamente soy la tinta de una pluma que garabatea en el aire y traduzco las palabras que ella no puede escribir a algo tangible. Debería firmar cada día con su nombre, pero es tan humilde que nunca aparece para reclamar nada. 

Tanto y tanto más podría hablar sobre mi amiga la soledad, pero me quedaría tan corto… Os dejo, creo que ha plasmado suficientemente bien lo que ella misma es, podemos permitirle que se eche flores una vez cada mucho tiempo, ella también necesita una figura que le diga todo lo que hace por los demás, y ese reconocimiento viene dado por la gente que se da cuenta, en el más absoluto silencio, de lo que supone contar con la ayuda de tan hermosa invisibilidad.

Buenas noches, besos, saludos y abrazos,


                                                                           Juan Lasheras Cuenca



P.D.: Tú, que lees, procura no caer en las garras de mi amiga si has sido una persona que no ha vivido su vida correctamente. Si eres de esos… Te recomiendo que cambies, que no trates de ser otra persona, que o bien des la cara con tus fallos o te calles. Y, ¡ay de ti si te falla la sinceridad! Ella vendrá cada noche a tu cama a sacar a relucir todo lo que realmente eres, todo en lo que te has convertido por culpa de la falsedad, de querer aparentar, de necesitar un reconocimiento público para sentirte bien…Nunca es tarde para cambiar, y si lo haces ella te perdonará y se sentará a tu lado para compartir contigo tu vida, todos tus logros, todo tu cambio... Ser buena persona es fácil, si vas con la verdad por delante, sincero, y no temes esos momentos en los que ella pueda aparecer.

jueves, 17 de marzo de 2011

¡Qué dficil es tener un blog!


Buenos días a todos, a los pocos que os pasáis por este breve espacio donde espero poder conseguir que descanséis. Hace unos minutos reflexionaba a cerca de lo que supone llevar un blog, y me he dado cuenta de que si realmente una persona quiere escribir entradas interesantes es prácticamente inviable estar escribiendo a diario. Además, para poder escribir con una regularidad aceptable es necesario dedicarle un buen rato. No digo que mi poca capacidad de actualización se deba a eso, pero sí que es verdad que no es fácil llevar algo como esto… Tienes que escribir cosas que interesen, que enganchen, que entretengan y sobre todo que tengan un carácter un poco serio y no sean simplemente por tenerlo actualizado.

Por esto, y por otra serie de razones, yo no suelo actualizar mucho mi espacio. Pero siempre procuro pensar en ideas interesantes para sacar tema. Algunas veces surgen por arte de magia, otras por pura necesidad, como cuando estás en un mal momento y quieres recordarte a ti mismo todo lo que eres y las ideas que sigues y persigues. En otros momentos es una canción la que te ayuda a sacar un buen tema. También cabe darle importancia a esa gente a la que se conoce como “musa”, para los que no sepan lo que significa, digamos que es la persona que consigue inspirarte. 

Por ejemplo, hace no mucho escribí una entrada pidiendo disculpas a una muy buena amiga mía, y me inspiré gracias a ella, todo lo que escribí lo obtuve pensando en todo lo que habíamos hecho juntos como amigos, en todo lo que yo pensaba sobre ella, y en lo buena que había sido conmigo. Si tienes una musa, bastan unas pocas ideas para que salga el texto más bonito que puedas escribir en tu vida.

Por otro lado tenemos también el hecho de elegir bien los contenidos, no ya en el ámbito de los temas, sino en cuanto a la publicidad de los mismos, porque puede que haya temas que no haya que contar en un blog, como la vida personal de uno mismo, u otro tipo de cosas. Y muy unido a esta idea podemos incluir la de que hay que vigilar qué decimos y cómo lo escribimos, para evitar cualquiera tipo de interpretación equivocada que nos pueda crear problemas. Sí, puede que todos escribamos nuestras cosas de la manera en que las hablaríamos, pero hay gente a la que le gusta darle la vuelta a todo, y poder meter cizaña, y para evitarnos problemas mejor dejar las cosas claras a la primera.

Bueno, también podemos decir que hay que dividir bien los temas, ir avanzando párrafo a párrafo y no sé, utilizar buen vocabulario y escribir con la correcta ortografía, aunque ahora mismo Word nos corrige lo que le pidamos, ¡jajaja!  No todos los aspectos en los que hay que fijarse son puramente técnicos, hay muchas formas de que un blog no salga como esperamos, y muchas otras de que sí, lo importante es que te intereses por el blog y que sepas las obligaciones que ello requiere.

Yo, por mi parte, me tomo muy enserio el blog, porque me parece un buen lugar donde poder expresar mi opinión y que cada cual la lea cuando le apetezca, es un lugar donde desahogarse sin hacer daño a nadie, porque realmente no quiero hacer daño a nadie, pero tampoco quiero acabar siendo un amargado con mil problemas en la cabeza. Es un lugar donde la gente que te conoce puede llegar a ver tu lado más oculto, no porque sea falso, sino porque no voy por ahí contándole a cualquiera este tipo de cosas. Por eso mismo, mi blog no está abierto al público, bueno sí, pero no lo he ido predicando a los cuatro vientos, aunque algún dia me gustaría dar el salto.

Por último, me gustaría remarcar que tener un blog produce un beneficio para quien lo escribe porque consigue plasmar en el papel muchas cosas que de otra manera se las guardaría. Sin embargo, hay gente que tiene blog para que la gente lo lea, para que la gente le siga, para volverse popular, vamos. Y esa no es la idea, puede que esté generalizada, pero eso no quiere decir que sea el fin de un blog. Tener o no tener gente que siga tu blog no es lo importante, lo importante es lanzarse a escribir de cara al público en un sitio tan grande como Internet, perder la vergüenza y darte a conocer un poco más. Como siempre, esperamos un buen comportamiento por parte de la gente que lee, esperamos que lo lean con buenas intenciones y sobre todo esperamos que si copian algo… Mencionen que no es suyo, porque malo será que cuelgues algo, alguien te lo plagie y gane algo a tu costa, pero eso ya es complicar la situación demasiado, espero que no me pase nunca.

Me despido ya, en este día del patrón de mi facultad, besos, abrazos y saludos,


                                                        Juan Lasheras Cuenca


P.D.: Si quieres tener un blog, hazlo, pero piénsatelo bien antes. Con él vas a conseguir relajarte, hacer reír, hacer pensar, tal vez hacer llorar… Pero no vas a conseguir que nadie se enamore de ti, que nadie te tenga como un dios o cualquier otro tipo de cosa que no compense. Puede que parezca lo contrario, pero este no es un medio para beneficio banal, sino para un beneficio más bien espiritual. Hombre, puedes llegar a conseguir que alguien piense que no eres tan estúpido como parecías pero… Esas son cosas naturales.

martes, 8 de marzo de 2011

Reflexiones en la sala de estar


¿Qué es la vida? ¿Cómo tenemos que vivirla? ¿Somos sólo nosotros o influyen los demás en ella? 

Esas no son sino unas de las muchas preguntas que todos nos hacemos, bien sea una mañana al despertarnos y comprobar asqueados que el día empieza mal, o después de recibir un palo tan duro como puede ser el fin de una relación, o el fallecimiento de un ser querido… Son tantas las maneras por las que podemos llegar a las mismas preguntas… Y es que el ser humano no es tan complicado como parece. Tiene miedo. Sí, cualquiera que quisiera hacer valer su hombría me pegaría si le dijera esto, pero es la más pura y simple de las verdades. Somos seres que queremos saber, seres que muchas veces caminamos a ciegas y procuramos que cada paso sea lo más seguro posible y en cuanto encontramos algo que se sale de lo estrictamente normal… Nos entra miedo. Algunos tienen la innata capacidad de no mostrar miedo alguno, aunque estoy seguro de que en su interior les come un miedo enorme, más que el que muchos estamos dispuestos a admitir. Pero la vida es así.

El miedo es, y será siempre, parte de nuestra vida, y está en cada uno de nosotros superarlo para poder dar grandes pasos hacia la madurez, la perfección, la felicidad, la compasión… Suena más profundo de lo que en realidad quiero, pero es que hay que tener en cuenta que este tema es muy serio, y hay que tratarlo con mucho cuidado. 

Mira, yo no sé exactamente para qué estoy en el mundo, de verdad, no lo tengo claro, ni lo tendré claro hasta que se me aparezca Dios y me dé unas palmaditas en la espalda y me diga lo que me toca. Porque nunca nadie puede saber a ciencia cierta cuál es nuestro cometido en la vida. Matizo: nunca es una palabra demasiado… infinita, más bien digamos que hay que tener mucho camino andado para saber por qué estamos aquí, o esa es mi opinión.

Lo único que tengo claro es que… Nunca podré llegar a ser ni hacer nada sin la ayuda de los demás. Ahí no dudo ni un momento, sé que si no fuera por la ayuda externa yo no sería capaz de llegar a ninguna parte, de alcanzar ninguna meta, de proponerme ser mejor, porque… Sí, vale, el hecho de hacerlo por Dios ya merece la pena pero seamos sinceros… Siempre tenemos a una persona especial en mente para que esa idea tenga fuerza. Y ya lo escribí en una de mis primeras entradas, a veces esa persona puede ser una madre, un padre, un hermano, un amigo, la novia… Pero de verdad, tened claro que solos no podréis casi ni lavaros los dientes, así exagerando. La soledad no conduce más que a la tristeza. Para un tiempo viene bien no rodearse de nadie, aclarar la cabeza y poner todo en orden pero… Si pretendemos emprender proyectos en solitario fracasaremos, y cuando caigamos no tendremos a nadie que nos levante, y no querremos despegarnos del suelo.

Cómo vivir la vida… Suena complicado, y de hecho lo es. La vida es todo lo que tenemos, es nuestra esencia y es nuestro proyecto. Hemos sido creados para llevar a cabo el más perfecto de los proyectos, y Dios nos ha dado las cualidades necesarias para que podamos llevarlo a cabo con tiempo, calma, e incluso que nos retractemos de los avances y queramos volver a empezar de nuevo. Eso sí, nos exige resultados, resultados que van acorde a la capacidad de cada uno y a la destreza con la que hayamos utilizado las herramientas que Él nos ha dado. 

No voy a entrar demasiado a valorar el cómo pero sí quiero que queden claras las ideas. Somos como somos, al principio una idea, que Dios plasma en carne y hueso. Los primeros pasos son las líneas mal trazadas en una hoja de papel, mientras que cuando crecemos, éstas se van haciendo cada vez más finas, más perfectas, y van dibujando, para cada uno, un edificio arquitectónicamente perfecto, que se sustenta sobre los pilares necesarios que son: amor, familia, los demás y Dios. Luego, según la fiabilidad de la estructura, se pueden añadir pilares complementarios… Cuando el proyecto está terminado y está todo preparado para construir, es en ese momento en el que nos hemos realizado y nuestro paso por el mundo terrenal está completo. Y con eso no quiero decir una edad determinada, porque a algunos les cuesta toda la vida, y se realizan en el lecho de muerte, mientras que los más jóvenes talentos pueden ver realizada su obra incluso antes de llegar a la mayoría de edad. 

El caso es que, como colofón a un largo y aburrido texto, quiero remarcar la idea de que Dios nos guarda un cometido para el cual somos únicos, quiere que lo llevemos a cabo durante toda la vida y que, por medio de los amigos, la familia y el ser más querido, lo realicemos lo más perfectamente posible, para que podamos ser felices nosotros, los que nos rodean, y Él.


Buenas noches, besos, saludos y abrazos.

                                                                          Juan Lasheras Cuenca


P.D.: Vive la vida sabiendo la suerte que tienes de poder estar aquí, de saber que Dios te ha elegido como hijo suyo que eres, deja el listón bien alto y lucha para que cuando te vayas de este mundo lo puedas hacer con la cabeza bien alta, la conciencia tranquila y la satisfacción de saber que, gracias a tu ejemplo y tu dedicación a los demás, serás el modelo que muchos quieran para sus vidas. Y no, no lo digo de forma prepotente, lo digo con el corazón, es la verdad. Tambien es bueno saber que las mejores obras arquitectónicas se admiran en silencio, como cuando por ejemplo una persona pasa frente a un edificio y se sonríe y contempla consternado la belleza que todo él implica. Yo sinceramente quiero ser así.

viernes, 4 de marzo de 2011

Exámenes y acné


Es típico, por no decir de forma incorrecta la palabra “mítico”, que cuando llegan los exámenes la cantidad de entradas en un blog disminuyan considerablemente. Y bueno, esta es también mi excusa, así que tengo que creerme el argumento sí o sí. Como decía, acabo de pasar el periodo de exámenes parciales, no muchos pero tampoco fáciles. No han ido mal, ahora estoy a la espera de saber los resultados, que espero que como mínimo sean todo aprobados y de ahí espero que alguna sea mejor que un suficiente… 

Exámenes… Los peores enemigos de los jóvenes, después del acné, ¿no? Realmente a mí el tema del acné nunca me ha preocupado demasiado, no he sufrido brotes como los de algún amigo y tampoco he sido tan tonto, con respeto hacia los que han hecho lo siguiente que voy a decir, de tomar pastillas para que se me pasen los granos más rápido. Yo creo sinceramente que los granos no son malos, que hay que pasarlos, y que a veces nos recuerdan que hay que tener cuidado y no interesarse y preocuparse demasiado por el aspecto físico, porque sino acabaremos siendo unos vanidosos y unos materialistas. A mí, por ejemplo, de vez en cuando me salen granos… Algunos dejo que se vayan solos y los más prominentes los trato de reducir al mínimo posible. Obviamente sé que notarse se notan, y muchísima gente disimula muy mal cuando te miran a la cara y tienes un grano. Es lógico, es muy difícil ocultar algo así, y más es pretender que nadie se dé cuenta. Pero como digo, los granos son buenos, te bajan los humos muchas veces.

En cuanto a los exámenes… Sinceramente, los veo necesarios. Que me gusten ya es otra cosa, pero creo que vienen muy bien para ir preparando la materia para el examen final y porque así los alumnos responsables que estudian día a día o al menos lo intentan, conseguirán un porcentaje mejor que el resto de alumnos. Algunos pensaran que por qué hay que hacer exámenes parciales, que ya somos mayorcitos y demás, pero a ver, seamos sinceros, si no nos obligan a estudiar no tocamos un libro, y si no tocamos un libro… Lo miremos por donde lo miremos vamos a suspender. Sin embargo, gracias a los exámenes parciales ya tenemos otra motivación extra para estudiar, porque si suspendemos sabremos que tendremos que sacar muy buena nota para aprobar, y eso exige mayor esfuerzo. Vale, no somos niños, pero sí que es cierto que ninguno de nuestros padres estaría de acuerdo con que no fuéramos a clase, ¿verdad? Al menos los míos no lo estarían… Creo que hacen bien con el tema de pequeños test, de trabajos, porque a la hora de la verdad… Cuando luego recuerdas lo que tienes que estudiar… Sale mucho más rápido, y mentiroso el que diga lo contrario. El otro día en clase de Derecho Civil el profesor habló de una práctica de las primeras que hicimos, y yo me acordaba perfectamente del caso y de la respuesta, y cuando supe responderle bien… No sé, me noté satisfecho. 

Si soy sincero, yo tampoco soy un alumno ejemplar de notas increíbles, pero sé que si no estudio voy a suspender, y sobre todo sé que el “no hace falta ir a clase” es un error muy grande. Las dos asignaturas que más guerra me han dado son aquellas en las que he faltado a clase y casualmente son de la misma profesora.

En definitiva y como conclusión, vive la vida con acné en la cara, que es sano y viene muy bien, y por otro lado deja de poner excusas a todo lo malo que haces echando las culpas a que si nos ponen muchos exámenes o que tenemos muchos trabajos… Si nos organizamos bien podremos sacarlo todo, y si además queremos notazas pues ahí habrá que “give up” algo a favor del estudio. Sí, es así, aquel que más estudia mejores notas saca, y también renuncia a salir más o a estar con la novia, o incluso a tenerla. 

Mucha gente piensa que no es mejor quien más estudia, pero hay que reconocer que el esfuerzo que puede llegar a hacer una persona que estudia de verdad es asombroso, y como tal… Hay que quitarse el sombrero. Por supuesto que estudiar no tiene que ocupar toda nuestra vida, cerebritos que yo conozco salen, no hacen lo mismo que una persona con la mitad de su nota, pero salen y descansan e incluso pierden el tiempo. Lo que sí tienen claro es dónde tienen que estar en cada momento, y si un finde no hay que salir, no se sale, si un día no puedes hacer algo por tener un trabajo pendiente pues… te fastidias, y si no no te comprometas a estudiar una carrera. 

Besos, saludos y abrazos,

                                                                   Juan Lasheras Cuenca


P.D.: disfrutad de la vida, enserio, se puede compaginar todo. Repito que no soy el mejor ejemplo pero al menos yo, aunque no haga lo que debo aun sabiendo que puedo… Luego no me quejo, y eso quien me conozca, salvo mis padres, lo sabe. A mis padres es que si no les digo que me explotan… No tengo argumentos para no sacar dieces. ;)